Pedro de Mesa y Álvarez fue un ingeniero de minas que en 1886 terminó sus estudios con 26 años, y que en noviembre de 1887 fue destinado al distrito Linares – La Carolina con objeto de “inspeccionar las máquinas de vapor que existen en aquella comarca y tomar al propio tiempo cuantos datos sean necesarios para la formación de la estadística del ramo”.
La Revista Minera de Madrid publicó varios informes suyos, destacando una extensa y detallada memoria sobre la minería del distrito publicada entre 1889 y 1890, así como otro informe, fechado en La Carolina el 1 de junio de 1892, sobre las minas de La Carolina y La Alcudia.
Este informe incluye comentarios generales sobre la topografía, comunicaciones, geología y filones, así como descripciones de varios grupos mineros de las zonas de La Carolina y de La Alcudia.
Ver figura 1ª (Mapa de la zona)
Gran conocedor del distrito, Mesa se refiere a él en términos que no dejan lugar a dudas: “El distrito minero de Linares – La Carolina es el más importante que existe en España, y aun en el extranjero, para la producción de plomo. La parte más explotada hasta ahora ha sido la más próxima á Linares; la parte que ofrece mayor porvenir es la situada en los alrededores de La Carolina.”
Entre los grupos mineros a los que se refiere en el informe, destaca la descripción de las labores realizadas hasta ese momento, y especialmente la estimación de reservas de El Guindo:
“Existen en él varios filones, cuatro como mínimo, si bien sólo se han hecho labores de exploración y de explotación en dos de ellos (figura 2ª). El primero marcha de NNE. á SSO. y el segundo tiene una dirección E.25º S., buzando respectivamente al ONO. y al SSO.; los dos son ricos y tienen mineral en abundancia á la vista, presentando una corrida de 1.000 metros cada uno dentro del grupo que consideramos.
Las labores existentes consisten en tres socavones abiertos á 50 metros de altura vertical unos de otros, de modo que desde el inferior hasta el crestón del criadero hay un desnivel de 150 metros. De estos tres socavones, los dos superiores están abiertos sobre el mismo filón norteado y llegan en ambos pisos (puntos e y s de la figura 2ª) hasta el filón principal E.25º S., dentro del que se han abierto tan sólo unos 200 metros de galerías.
Hasta ahora se han explotado una parte de los filones por encima del segundo socavón, pero queda por explotar otra parte mucho mayor en dicho nivel. La parte explotada ha presentado tres columnas (que en la localidad llaman árboles) con las siguientes circunstancias: en el filón norteado hay un árbol de 150 metros de longitud horizontal con una metalización media de 8 centímetros; en el filón E.25ºS. se han explotado dos árboles, uno de 78 metros de longitud con 30 centímetros de metalización media, y otro de 30 metros de largo con 8 centímetros. El mineral de todos ellos es más argentífero que el que comúnmente se obtiene en el distrito de Linares. Entre el segundo y el tercero, la mina está completamente virgen, pues este tercer socavón se ha abierto casi normalmente al filón norteado y ha llegado ya á cortarle. El objeto de éste socavón es desaguar los 50 metros de altura que existen hasta el socavón núm. 2 y poder explotar económicamente todo el mineral reconocido ya y explotado en los tres árboles ricos antes descritos.
Tanto en los pisos vírgenes del segundo socavón, como en las dos únicas calderillas de reconocimiento abiertas hacia el nivel del tercero, y que tienen unos 20 metros de profundidad, hay zonas metalizadas desde 8 hasta 50 centímetros de mineral puro. Puede calcularse, sin exageración, en estos criaderos una metalización media de 10 centímetros en el filón E25ºS., y de 5 á 6 centímetros en el norteado, tomando toda la corrida de los mismos, es decir, incluyendo las zonas estériles en el cálculo.
Actualmente se está prolongando la testera del socavón número 3, tanto para explotar el árbol rico del filón norteado, cuanto porque al filtrarse las aguas que hoy tienen paralizada la profundización de las calderillas del filón E25ºS., se podrá explotar este filón principal sin necesidad de esperar á que la testera del norteado llegue á él. Se podrá correr igualmente la testera de tercera planta en el filón E25ºS., y desde ella se vendrá á buscar la que se está abriendo en el norteado.
Ver figura 2ª (Plano de labores de El Guindo)
Después considerar la longitud y profundidad de los filones; de prever una metalización media de 6 centímetros; de ensayar en la Escuela de Minas de Madrid la riqueza de los minerales (83,8% de plomo y 430 gramos de plata por tonelada), llega a estimar en más de 100.000 toneladas la cantidad de mineral explotable en El Guindo. A la vista de ello, la conclusión de Pedro de Mesa no deja lugar a dudas: “creemos, por tanto, fundadamente que la explotación de los grupos de minas descritos constituirá uno de los mejores y más seguros negocios que pueden presentarse en minerales plomizos, aun en las pésimas condiciones actuales del mercado regulador de Londres. Si los precios del plomo y de la plata aumentan, como es de esperar, este buen negocio se convertirá en uno de los más brillantes que pueden encontrarse en minas metalíferas”.
El tiempo demostró sobradamente lo acertado de su estimación.
Desconocemos hasta qué punto influiría el informe de Mesa, para que el 3 de marzo de 1899, aprovechando una coyuntura favorable de precios del plomo, los señores Lucas de Urquijo, Guillermo Vogel, Adolfo Barle, Eduardo Levi, Tomás Salcedo y Antonio García Rodríguez constituyeran en Madrid la Sociedad Anónima El Guindo.
EXPLICACIÓN DE LA FIGURA 2ª.- Aa socavón núm. 1; Bb, socavón núm. 2; Cc, socavón núm. 3; II plantas intermedias en ambos filones; ss, punto de intersección de los dos filones en primera planta; ee, punto de intersección de los mismo en segunda planta; mm, pozo de ventilación para el socavón núm. 2; nn, pozo que se relacionará con el socavón núm. 3. La parte rayada representa los árboles ricos.”
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